Ruta del Convento.

Son tres las rutas que podemos realizar dentro de las Rutas Medioambientales: la Ruta de Pérez y Vacas, la Ruta del Convento y la Ruta de la Dehesa Boyal y Cruz de Romero. Todos estos itinerarios de excursiones a pie, en bicicleta, a caballo o en coche de caballos, nos muestran asentamientos humanos del siglo XV. Además, en todas estas rutas se pueden apreciar lo que es el cultivo de la vid, los olivares, plantaciones de fresas y nectarinas.

En esta ocasión, por la importancia de su contenido histórico, vamos a dar a conocer una de las rutas más especiales de la localidad: la Ruta del Convento.

A unos 200 metros siguiendo la carretera que nos lleva al parque de san Sebastián, a la derecha se abre un camino entre dos taludes de unos cuatro metros de altura. Es aquí donde comienza nuestra ruta. Siguiendo ese camino entre viñas y olivos y teniendo en lontananza la localidad de Bollullos, llegamos después de recorrer unos 4 Km. a las ruinas del convento de San Juan de Morañina.

La construcción se levanta en un altozano, en el término Los Villares de Marchenilla, en el camino que conducía de Almonte a la localidad de Sanlucar de Barrameda, sobre la antigua Ermita rural de San Juan de Morañina.

Su nombre, quizás proceda, según Juan de Ledesma, de una antigua parienta de los Duques de Guzmán Medina Sidonia, que habitaba en un castillo próximo a la ermita. De ahí puede que se llamase san Juan de Morañina “donde mora la niña de Guzmán”.

Fue en al año 1400, concretamente el 16 de febrero, cuando se fundó este convento, que correspondía a los religiosos de tercera orden de penitencia de San Francisco. La fundación se vio ayudada por Enrique Pérez de Guzmán y Castilla, segundo Conde de Niebla, con la donación de las rentas de la dehesa de Montañina y la finca de los Villares.

Desde su fundación en el siglo XV hasta comienzos del siglo XVII, el convento fue lugar de peregrinación de todos los devotos de la comarca. Allí se acudía a venerar a la imagen de Santa María de Morañina, la Virgen de la Consolación.


En el año 1602, la comunidad de franciscanos decidió trasladarse a un nuevo convento construido en Sevilla, llamado Nuestra Señora de Consolación. Al marcharse se llevaron consigo todos los objetos de culto incluida la imagen de la virgen. Para ello pidieron y obtuvieron el 14 de julio de 1603 bula de autorización del Papa Clemente VII.

Años más tarde, por las circunstancias propias de la orden y a instancias de los vecinos, regresaron los frailes, aunque no se trajeron la imagen de la virgen que se quedó definitivamente en Sevilla, donde hoy se venera en el altar mayor de la Iglesia de los Terceros. En su lugar trajeron una imagen de la virgen del Socorro.

La imagen de la virgen, de unos 90 cms de altura, de autor anónimo del siglo XVII, se conserva actualmente junto a lo que fue parte del altar mayor del convento, en la Capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno. El estilo artístico del Convento es mozárabe, construido con ladrillos cocidos.


Desde la marcha de los frailes provocada por las Leyes de Desamortización, hicieron que a partir del año 1836, el Convento pasara a manos privadas (la finca fue comprada por Antonio Delgado Hernández) y que el edificio sufriera un progresivo deteriodo. Esto ha hecho que actualmente se conserven pocos elementos del antiguo edificio, así como la vegetación de la época de máximo esplendor del Convento.


Otras Rutas Naturales: Ruta Dehesa Boyal y Cruz de Romero, Ruta de Pérez y Vacas