En 1.935, en la calle Pérez Merchante nº 31 de Bollullos par del Condado, en el seno de la familia rociera de D. José Celestino Verdier Zarza y su esposa Doña Gloria Sanz de Verdier nace una ilusión que se haría realidad el difícil año 1.936. Con los escasos recursos de la época, el fundador consigue aglutinar un buen número de devotos de Nuestra Señora del Rocío que se integran en la primera Junta de Gobierno. El Capellán, D. Manuel Calero Gutiérrez animó a todos estos hombres de fe para presentarse en su primera Romería en 1.936 y obtener en circunstancias excepcionales el número veintidós de antigüedad de entre las filiales.
La madera de Caobilla para la realización de la Carreta del Simpecado, se trajo de Cuba para la Hermandad por medio del Cónsul en Huelva; su factura incluido el transporte importó un desembolso a la Hermandad recién nacida de seis mil pesetas; de cómo el bollullero D. Antonio Delgado Jiménez afanado en hacer por aquellos días el retablo de la Oración en el Huerto de la Parroquia de la Concepción de Huelva después del año 1.936, no daba fin a su obra rociera, si no cobraba el último plazo acordado. Su obra terminada casi a ras de fechas, le quedo un poco severa. La carroza recordaba en sus líneas a un cajón campero para viajar y, copiadas quizás de las viejas líneas romeras del Bollullos del siglo XV, recordaba por tanto sus columnas salomónicas, sus afiligranados palillos que hacían de bambalina en los remates de la cornisa superior, su escalonado centro y su alto respiradero, a ese imaginario vehículo mariano que los Bollulleros empleaban en sus tradicionales fiestas en el campo a Santa María de Morañina, romería popular que congregaba en sus tierras a toda la devoción Mariana del Condado y desaparecida en el año 1.602.
Contaba nuestra comunidad rociera en los años de su fundación con doscientos hermanos. Acompañaban al Simpecado hermanos a pie, a caballo y en carros, siendo la cuota anual de 25 céntimos.
Hasta los años sesenta la humilde Hermandad solía pernoctar en casa arrendada por la Hermandad; siempre lo hacía en la calle donde alquilase casa el Hermano Mayor de aquel año. De ese modo, la carreta y el Simpecado quedaban expuestos en la puerta de la choza donde se congregaban todos los Hermanos;la vuelta a Bollullos la hacía el mismo lunes de Pentecostés, una vez pasada la Virgen por la esquina de la Hermandad de Hinojos (calle Sanlúcar), hoy la Hermandad recibe a la Blanca Paloma en la esquina de la Hermandad de La Palma del Condado, al final de la calle Villamanrique.
Por los años sesenta, otra generación de rocieros acomete el intento de que Bollullos tenga su casa en el Rocío. Otra época, otras personas y un alcalde de Almonte D. Heliodoro Carrión, que regala una charca, llena de juncos y ansares en el Gran Eucaliptal, poniéndose en duda que los Bollulleros fueran capaces de su desecación y posterior utilización, para construir sobre ella la Casa-Hermandad en el Rocío.
1.978 es, por fin, el año que los rocieros de Bollullos estrenan su soñada carreta nueva. El año 1.971 la carroza de caobilla fue transformada en su color, con tan poca imaginación y acierto, que dejó de ser el elegante dosel barroco, que durante tantos años caracterizara, en el Rocío la presentación de nuestra Hermandad; repintes de blanco, con pretenciosos relieves dorados, le dieron un aspecto nuevo durante siete años. Una noche y mientras se celebraba Cabildo General Extraordinario, siendo presidente D. Rafael Martín Acosta, se acordó por unánime necesidad y por una muestra más de amor a la Blanca Paloma, realizar completamente, en el plazo de un año, la nueva carreta.
El conjunto está formado por su afiligranado repujado de orfebrería, en alpaca plateada o metal blanco. Seis columnas salomónicas con profusión de uvas y parras (símbolo de la ciudad de Bollullos), sostienen un riquísimo techo de palio cuadrado, donde la gracia de unas finas cornisas con perindolas y rematadas por llamas del Espíritu Santo, componen una preciosa obra de arte, parecida a la de siempre, pero acertadamente actualizada.
Acaban la composición los juegos de candelabros de cola, candelería y ánforas, con una exquisita copia; realizada en plata y marfil por el escultor sevillano Francisco Buiza y situada en la parte delantera, de la patrona de Bollullos, La Santísima Virgen de las Mercedes.
Son tremendamente importantes las convivencias y cultos preparatorios para la Peregrinación anual, que tienen lugar el primer Domingo de Marzo, así como el coro de la Hermandad “ Arenas del Camino “.
La madera de Caobilla para la realización de la Carreta del Simpecado, se trajo de Cuba para la Hermandad por medio del Cónsul en Huelva; su factura incluido el transporte importó un desembolso a la Hermandad recién nacida de seis mil pesetas; de cómo el bollullero D. Antonio Delgado Jiménez afanado en hacer por aquellos días el retablo de la Oración en el Huerto de la Parroquia de la Concepción de Huelva después del año 1.936, no daba fin a su obra rociera, si no cobraba el último plazo acordado. Su obra terminada casi a ras de fechas, le quedo un poco severa. La carroza recordaba en sus líneas a un cajón campero para viajar y, copiadas quizás de las viejas líneas romeras del Bollullos del siglo XV, recordaba por tanto sus columnas salomónicas, sus afiligranados palillos que hacían de bambalina en los remates de la cornisa superior, su escalonado centro y su alto respiradero, a ese imaginario vehículo mariano que los Bollulleros empleaban en sus tradicionales fiestas en el campo a Santa María de Morañina, romería popular que congregaba en sus tierras a toda la devoción Mariana del Condado y desaparecida en el año 1.602.
Contaba nuestra comunidad rociera en los años de su fundación con doscientos hermanos. Acompañaban al Simpecado hermanos a pie, a caballo y en carros, siendo la cuota anual de 25 céntimos.
Hasta los años sesenta la humilde Hermandad solía pernoctar en casa arrendada por la Hermandad; siempre lo hacía en la calle donde alquilase casa el Hermano Mayor de aquel año. De ese modo, la carreta y el Simpecado quedaban expuestos en la puerta de la choza donde se congregaban todos los Hermanos;la vuelta a Bollullos la hacía el mismo lunes de Pentecostés, una vez pasada la Virgen por la esquina de la Hermandad de Hinojos (calle Sanlúcar), hoy la Hermandad recibe a la Blanca Paloma en la esquina de la Hermandad de La Palma del Condado, al final de la calle Villamanrique.
Por los años sesenta, otra generación de rocieros acomete el intento de que Bollullos tenga su casa en el Rocío. Otra época, otras personas y un alcalde de Almonte D. Heliodoro Carrión, que regala una charca, llena de juncos y ansares en el Gran Eucaliptal, poniéndose en duda que los Bollulleros fueran capaces de su desecación y posterior utilización, para construir sobre ella la Casa-Hermandad en el Rocío.
1.978 es, por fin, el año que los rocieros de Bollullos estrenan su soñada carreta nueva. El año 1.971 la carroza de caobilla fue transformada en su color, con tan poca imaginación y acierto, que dejó de ser el elegante dosel barroco, que durante tantos años caracterizara, en el Rocío la presentación de nuestra Hermandad; repintes de blanco, con pretenciosos relieves dorados, le dieron un aspecto nuevo durante siete años. Una noche y mientras se celebraba Cabildo General Extraordinario, siendo presidente D. Rafael Martín Acosta, se acordó por unánime necesidad y por una muestra más de amor a la Blanca Paloma, realizar completamente, en el plazo de un año, la nueva carreta.
El conjunto está formado por su afiligranado repujado de orfebrería, en alpaca plateada o metal blanco. Seis columnas salomónicas con profusión de uvas y parras (símbolo de la ciudad de Bollullos), sostienen un riquísimo techo de palio cuadrado, donde la gracia de unas finas cornisas con perindolas y rematadas por llamas del Espíritu Santo, componen una preciosa obra de arte, parecida a la de siempre, pero acertadamente actualizada.
Acaban la composición los juegos de candelabros de cola, candelería y ánforas, con una exquisita copia; realizada en plata y marfil por el escultor sevillano Francisco Buiza y situada en la parte delantera, de la patrona de Bollullos, La Santísima Virgen de las Mercedes.
Son tremendamente importantes las convivencias y cultos preparatorios para la Peregrinación anual, que tienen lugar el primer Domingo de Marzo, así como el coro de la Hermandad “ Arenas del Camino “.