Si nos limitamos a hablar del flamenco en nuestra ciudad, o lo que es mejor de sus cantautores más representativos del ayer y del hoy, es no podemos pasar por alto el nombre de Francisco José Rosado, conocido como “Niño León”. Nació en Bollullos Par del Condado en el año 1911. Gran fandanguero, muy popular en los últimos años de su carrera y de su vida. Este cantaor, según consta en le Enciclopedia del Flamenco escrita por Blas Vega y Manuel Ruiz, comenzó su andadura allá por los años 34 o 35, entrando a formar parte de varias compañías de artistas consagrados. Se va a Madrid, emigra a América del Sur residiendo bastante tiempo en Buenos Aires. Desgraciadamente, su carrera se vio truncada prematuramente por un accidente de circulación en el que fallece. Transcurría el año 1968.
Como una de sus peculiaridades, hacer mención a un fandango que él mismo creo y que más tarde Juan Barea imitó, llegando incluso a querer apropiarse del mismo.
Otro de los cantaores destacados de la localidad, es Antonio González “El Raya”, del que podemos decir que no es sólo un cantaor que canta como es, y es como canta, sino que además es un profundo estudioso de la antropología flamenca provincial y del acerbo musical-popular que termina siempre con espontánea lucidez en un fandango de Huelva y que en su garganta es como un sentimiento agónico pero glorioso de la vida. Dirigió el espectáculo de la Bienal de Sevilla “la Esencia del Fandango de Huelva” y ha recopilado dos “Antologías del Fandango de Huelva”, llegando a ser Premio Nacional de la Cátedra de Flamencología que Jerez concede a sólo unos pocos.
En la actualidad, si hay un hombre que resuena una y otra vez en los ecos del flamenco, es el de Ildefonso Pinto. El Pinto, nació en Bollullos en 1937 y es todo un especialista consumado en los estilos levantinos, lo que le llevó a conseguir en 1990 la Lámpara Minera del Festival de Cante de las Minas de La Unión.
Ildefonso Pinto, es uno de los mejores conocedores de de los fandangos de Huelva y su provincia. Una voz que cala por dentro como una rociada y empapa el alma de quien escucha. Gran saetero, puede considerarse como un cantaor amplio debido a la infinitud de palos diferentes que sabe interpretar magistralmente.
Actualmente, Ildefonso Pinto, se resiste a retirarse y sigue dando ruido en este mundillo, creando una Escuela en la localidad, de la que saldrán seguramente nuevas voces que harán estremecer los cimientos del flamenco de nuestra ciudad y del condado onubense. Como es el caso de la joven cantaora flamenca Elena de Carmen.
Otro de los jóvenes cantaores y no menos destacado, es Guillermo Cano que a pesar de su corta trayectoria profesional, ya ha compartido escenario con figuras como José Menese, El Lebrijano, Manuel Mairena y El Chocolate. El cante de Guillermo Cano es fresco, apto para todas las sensibilidades flamencas y, a la vez, conserva un estilo purista que convence a los más exigentes en este aspecto.
Un texto extraído de las revistas de Feria de 2001 y Revista Lagar y Luz, 2007.
Un texto extraído de las revistas de Feria de 2001 y Revista Lagar y Luz, 2007.
