Gastronomía.

La cocina popular de Bollullos Par del Condado es de tradición arábigo-andaluza, sencilla y de guisos con una base de refritos, a las que se le añade carne, pescado y el acompañamiento, sin olvidar, por supuesto, el vino que aporta aroma y sabor. Para otros guisos se ponen todos los avíos en crudo en la olla, y se cocinan a fuego lento. Habas “cochas”, olla tonta, gazpacho del Condado y “sopeao”, “tostá” con sardinas, buche, migas, espinacas con garbanzos, etc. son algunos de nuestros platos más característicos.

Un plato de gran reconocida excelencia gastronómica es la caldereta de cordero, tradición heredada de los tiempos de la Mesta, en que el Condado era final de etapa de los ganados que bajaban de las zonas frías de montaña.

El chorizo a la brasa es la comida típica de la Romería de San Sebastián, que se celebra el 20 de enero. También es conocida por el “Día de los chorizos” o “De las mujeres”. Antes de ser asado, el chorizo se moja en vino mosto, probándose a un tiempo el producto de la vendimia y el de la matanza.
En tiempos de la vendimia, desde mediados de agosto hasta finales de septiembre, se realiza en Bollullos un dulce ligado a la uva, el arrope. Se realiza con zumo de uva, que es colocado en una tinaja, junto a una mecha de azufre y se cubre con un paño para dejarlo reposar. Después se traslada a una caldera de cobre y se pone al fuego con tierra albariza. Se limpia y una vez obtenido el punto necesario se le echan tajadillas de sidra o calabaza. Si se le da más punto se obtiene el llamado “perrengo” y si el mosto se coloca en la caldera sin nada previo, tan sólo habiéndole puesto al fuego previamente, se obtiene el llamado “sancocho” .

A este delicioso dulce se le une, en la Pascua de Resurrección, la torta real (o torta de resobá), a base de ajonjolí, aceite, azúcar y harina. Es característico salir al campo el lunes después de Semana Santa, conocido como “Día de las tortas” a comerlas con los amigos y la familia. La polea, es una especie de gachas, hechas con azúcar, harina y leche, y que se adornan con pan frito.

En los numerosos bodegones de la localidad, verdaderos centros del buen comer y mejor beber, se ofrecen los mejores productos de la alimentación onubense (pescados y mariscos de la costa, chacinas y quesos de la sierra y el inimitable jamón ibérico de bellota), regados, como no, con los excelentes vinos del Condado de Huelva.