El altar de la Capilla Nuestro Padre Jesús Nazareno de Bollullos Par del Condado ya se encuentra de nuevo coronado por su insigne y artístico retablo barroco. La emblemática obra artística regresa a su lugar de origen tras un profundo trabajo de restauración financiado por la Consejería de Cultura de la Junta y que se enmarca dentro de la iniciativa Andalucía Barroca. Las labores de restauración, que han contado con una inversión de 154.067 euros, se han venido desarrollando a lo largo de los últimos nueve meses por parte de un equipo multidisciplinar integrado por 12 profesionales, entre los que se encontraban restauradores, químicos, diseñadoresy fotógrafos que, a tenor de los resultados, han logrado devolver el esplendor que poseía la ilustre obra artística antes de que el paso del tiempo hiciese estragos en sus entrañas.
Hablamos de un admirable retablo sevillano del último cuarto del siglo XVII, del entorno de Bernardo Simón de Pineda, inspirado en el del Hospital de la Caridad de la capital hispalense. Es posiblemente el único vestigio vivo que nos queda en Bollullos del desaparecido Convento de San Juan de Morañina, monasterio desde el que se cree, lo trasladaron los frailes franciscanos, a causa de la desamortización de Mendizábal, hasta la Capilla de Jesús antes de su partida a la ciudad de Sevilla.
En su aspecto formal se trata de un retablo de estilo barroco en madera sobredorada, de origen salomónico y concebido a modo de arco triunfal. Su arquivolta se decora con crestería y sus magníficas columnas aparecen caladas “en avispero”. Está rematado en su parte superior por un copete con el relieve del Padre Eterno y se sustenta sobre un banco de ladrillo, revestido de mensaque sevillano pintado a mano.
En su aspecto formal se trata de un retablo de estilo barroco en madera sobredorada, de origen salomónico y concebido a modo de arco triunfal. Su arquivolta se decora con crestería y sus magníficas columnas aparecen caladas “en avispero”. Está rematado en su parte superior por un copete con el relieve del Padre Eterno y se sustenta sobre un banco de ladrillo, revestido de mensaque sevillano pintado a mano.
La inauguración del retablo se llevó a cabo en la propia capilla y ante un buen número de hermanos y feligreses que pudieron deleitarse con la factura final del trabajo y, en síntesis, con la majestuosidad primigenia de la obra artística. En los trabajos de restauración del retablo ha imperado la máxima de perpetuar las líneas maestras del barroco sevillano.