Bollullos y su patrimonio arqueológico.

Cronológicamente, los restos más antiguos corresponden al Paleolítico. De esta época destacan las zonas de “Los Morros” y de “La Reyerta Vieja”, donde aparecen restos de lascas, raederas, restos de puntas y otros útiles realizados en silex.

De época Neolítica y Calcolítica parecen adscribirse otros restos bastantes abundantes por estas tierras. Concretamente son restos líticos que pertenecen a hachas de piedras pulimentadas, lascas con retoques en sus laterales y fragmentos de cerámicas a mano para uso doméstico.

De época posterior, concretamente del Bronce I, apareció de forma casual en la zona de “La Reyerta Vieja” un ídolo de forma cilíndrica, realizado en alabastro y que actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.

De época prerromana no se conocen grandes manifestaciones arqueológicas, aunque por su contexto geográfico privilegiado y la riqueza de sus propiedades, parece que no debió despoblarse en su totalidad.

En cambio, son numerosos los restos de época romana, dando prueba de ello los yacimientos que se encuentran en diferentes zonas de la localidad, en las que aparecieron gran cantidad de ladrillos, tégulas, sillares, fragmentos de losa de mármol y cerámicas, además de monedas y objetos metálicos de los diferentes periodos del Imperio Romano.

Sin embargo, fue en la zona de “El Lomo” donde se llevó a cabo la primera intervención arqueológica en 1994. En dicha excavación apareció una necrópolis tardo-romana, excavándose dos tumbas debido al peligro inminente de desaparición debido a las roturaciones agrícolas y al expolio al que desgraciadamente se ven sometidos este tipo de hallazgos. Los estudios sacaron a la luz, como ofrendas funerarias, dos ungüentarios de cristal y una pequeña jarrita de forma periforme, además de los restos de tres esqueletos.


Las excavaciones arqueológicas realizadas en la zona de “El Perú”, que se desarrollaron a finales de los años 90 por vía de urgencia por la construcción de la autovía A-483 que une Bollullos Par del Condado con Matalascañas, sacaron a la luz restos romanos y medievales. Más concretamente, correspondían a una alquería islámica, junto a materiales romanos, probablemente reutilizados.
Con una extensión aproximada de 12 hectáreas, según los restos superficiales, aparecieron restos de viviendas, cerámicas que eran empleadas como vajillas domésticas (vasos, platos, ollas,…) o como contenedores (cántaros, tinajas,…), objetos metálicos (monedas, anillos, brazaletes,…), etc. Además aparecieron restos de enterramientos que corresponden a distintas épocas: tardorromana (siglo IV-VI d.C.) y medieval (siglo XII d.C.), aunque lo más significativo fue la aparición de unos baños medievales, primeros que se constatan científicamente en la provincia de Huelva y primeros, también en Andalucía con este sistema constructivo.
La actividad arqueológica dio como resultado la aparición de abundantes estructuras que corresponden a zonas de hábitat. En una de las viviendas halladas, apareció en el centro del patio un estanque o alberca, en cuya fase de excavación se encontró un enterramiento. Los espacios dedicados a la cocina destacaban por la presencia de cenizas y tierra quemada.

La excavación de estas viviendas proporcionó un abundante material, en algunos casos completo y significativo, aunque en la mayoría de veces aparecen muy fragmentadas e incompletas. Sin embargo, gracias a estos restos conservados podemos reconstruir el ajuar doméstico.
Otro de los restos arqueológicos hallados, quizás los más significativos de estas excavaciones, fueron los baños árabes. En un espacio articulado mediante un eje axial este-oeste, que aprovecha la pendiente del terreno, se distribuían los siguientes espacios: la Caldera, el Caldarium (sala a la que llegaba el aire caliente y el vapor de agua), el Tepidarium (unido al caldarium), el Frigidarium (aparecían en él dos desagües al exterior) y el Apoditarium (especie de vestuario). Entre estos baños y las estructuras arqueológicas de frente, se situaba un espacio a modo de calle, con anchura homogénea y trazado rectilíneo.